viernes, 15 de julio de 2011

Cuando te arrepientes de algo con más fuerza de la que tus músculos pueden ejercer sobre tu mente, "lo siento" suena ridículo. Por eso no puedo empezar así. Decir que daría mi vida por tí suena absurdo cuando te he hecho tanto daño. Otras verdades, como que eres lo mejor que me ha pasado, suenan a tópicos y despedidas cuando te he hecho tanto daño. Un ser miserable como yo no debería tener la posibilidad de hacer daño a alguien maravillosa como tú. Cuando te he hecho tanto daño me siento como un escorpión al que las llamas han cercado. No queda sino clavarme mi propio aguijón. Pero esto tampoco es correcto. Es narcisista. Tal vez lo único decente que puedo hacer es dejar de escribir. He buscado en los rincones de mi alma y he llegado a la conclusión de que sin tí, la travesía sería por el desierto, mi piel estaría llena de espinas y no habría redención posible.

lunes, 4 de julio de 2011

-La Muerte se acerca en Re menor. La notarás cuando ya no te piquen ni los mosquitos y dejes de sentir la brisa junto a la ventana.

-Mozart relacionaba Re menor con La Muerte. Veo que has leído. Pero los moralistas solo veis una dimensión de la realidad.

-¡Oh, no! el advenimiento de La Muerte también tiene aspectos positivos: el descanso eterno es, quizá, el único estadio decente para esta especie. La Muerte te libra de la angustia que supone ver como el Hombre destruye todo lo que propició su existencia.

-Algo ajeno a él, un hombre jamás hubiera podido construir algo así, y menos para que lo disfrutaran sus iguales. Siempre ha intentado reventar la bombilla del otro, quemar su tierra y expropiar sus ideales.

-Pero el Hombre también ha creado, ha alcanzado la perfección. Mira la novena de Beethoven, el David de Miguel Ángel, mira la Capilla Sixtina...

-Y fueron tratados como locos hasta que los locos de la siguiente generación se encargaron de proclamarlos Salvadores. Sin esos locos el ser humano solo habría sido mala hierba. Miseria, materia putrefacta. Aire contaminado, residuos tóxicos.

sábado, 2 de julio de 2011

-Es verdad, en el fondo tienes razón-convine conciliante-, pero somos todos forzados de una gran galera, todos le damos remo, ¡no puedes decirme lo contrario!...¡Sentados sobre bayonetas y aún esforzándonos! ¿Y qué tenemos? ¡Nada!Garrotazos, calamidades, coña y putadas. ¡Trabajamos!, dicen. Y eso, su trabajo, es peor, más infecto que el resto. Estamos abajo, en la cala, con la lengua fuera, hediondos, los cojones sudados, ¡eso es todo! Arriba, sobre cubierta, al fresco, están los amos, que no apuran, con hermosas mujeres sonrosadas y bienolientes sobre sus rodillas. Nos hacen subir al puente. Entonces se encasquetan sus sombreros de copa y nos lanzan un aullido: "¡Hato de carroñas, es la guerra!", notifican. "Vamos a ir al encuentro de esos malnacidos que han invadido la patria nº 2, y les vamos a saltar los sesos.¡Adelante! ¡Adelante! ¡a bordo hay cuanto hace falta! Y ahora, ¡a coro! Gritad a pleno pulmón para que tiemblen: "¡Viva la Patria nº 1!" ¡Que se os oiga de lejos! ¡El que brame más fuerte recibirá la medalla y la peladilla del Niño Jesús! ¡Maldita sea! ¡Los que no quieran palmar en el mar, siempre podrán ir a palmar en tierra, en donde es todavía más fácil que aquí!"