viernes, 30 de diciembre de 2011

Golpeé la ciudad y me voy. Soy primo lejano de Gregorio Samsa. Y me voy. Soy una hormiga en la autovía. Mi anatomía no permite que mire atrás. Está en mi naturaleza huir de la melancolía. Las tiendas de ataúdes me ponen menos triste que ver cómo algunos desgarran sus entrañas para decir que son artistas. Allí adonde voy no hay más futuro que el que uno cava. Suelen pagar bien y, según he oído, hay capataces que te tratan como si fueras una persona. Me alojaré en cualquier bar en el que alguien escupa arena con sabor a rock sureño. Me rendiré cuando un babuino reprima sus instintos sexuales.